sábado, 18 de octubre de 2014

DESCUBRIENDO EL BUEN TÉ

Es díficil comenzar estas líneas, sobretodo, dándome cuenta del tiempo que ha pasado desde que descubrí aquello a lo que yo llamaba "té". Lo pongo entre comillas porque desde entonces he recorrido un pequeño camino (grande para mi) en el mundo de esta maravillosa infusión. Digo pequeño porque nunca me imaginé que podía abarcar tanto y que cuanto más descubres más quieres aprender, es interminable, lo que a su vez lo hace adictivo.

Siempre me han gustado las infusiones, mi madre lo sabe, cada vez que visitabamos algún mercado en el que había "hierbitas" al peso me paraba y le decía; "mira ama! Esta para la tos! Esta, para la circulación! Y esta...mira esta!..." Y me llevaba alguna a casa, me encantaba tener cajitas llenas de saquitos de mil colores y sabores y así, cada vez que venía alguien a casa le enseñaba lo que para mi eran mis tesoros.

Está claro que por entonces yo no tenía ni idea de lo que era un té pero el agua con plantas me cautivaba, quizás por esa mezcla de olores, sabores y cuidadosa elaboración con la que intentaba hacerlos.


Mi primer juego de té completo llegó un veintiséis de mayo, mi cumpleaños y mi emancipación unidos. Lo recuerdo como si fuera ayer y de esto han pasado ya siete años. Nos íbamos a vivir juntos, nuestra primera casa, mi veintidós cumpleaños y una preciosa tetera con sus correspondientes tazas me esperaban en el que entonces era nuestro salón, nuestra burbuja.

Creo que no había semana que no apareciera con un "té" nuevo, Beñat se engancho y las noches estaban acompañadas de una infusión, una shisha e interminables charletas, era lo que nos salvaba de los monotonos días hasta que surgió, sí, tenía que salir, queríamos irnos, queríamos conocer otros lugares, vivir otras experiencias pero sobretodo, huír... No encajabamos ahí donde estábamos, no queríamos esa vida, asi que, con mucho cuidado, envolví mi juego de té entre toallas, lo metí en una caja y nos mudamos al sur, la tierra de la luz.


Comenzamos a ver de nuevo el camino, descubríamos poco a poco lo que nos llenaba de verdad y nuestra vida dio un cambio radical, arte, gastronomía, té y salud. Todos ellos eran un torbellino de sensaciones que nos hacían sentir cada día mejor.

Allí surgió mi primer contacto con el té, TXOKOLATA era y es, el nombre de la tienda, no quiero adelantar más sobre este proyecto porque tengo una visita pendiente dentro de muy poco. Mezclamos mi artesanía con su filosofía y además yo me llevaba té a casa siempre que podía, tengo tanto que agradecerle...

Fue ahí cuando me di cuenta de que el té formaría parte de mi camino, pero no tenía ni la menor idea de lo que me esperaba.


Nuestras ganas de seguir formándonos en el mundo de la hostelería nos devolvieron a nuestra tierra, decidimos que si queríamos seguir aprendiendo este era un sitio digno de tal función, así que, volví a cubrir mi tetera...

Una vez aquí y echando de menos la luz que entraba cada mañana en nuestra habitación en tierras gaditanas decidí pedirle a CHOKOLATA que me enviara un paquete lleno de diferentes tés, que era una manera de seguir en contacto y de sentir en cierto modo lo que me faltaba de allí.


Una de las profesoras de la escuela de hostelería, tras verme varios días con diferentes tés en la hora de descanso me dijo; "¿te gusta el té de verdad? Vete a Salvatierra, donde Piru, y le dices que te ponga el que él quiera, tiene más de cuatrocientos..."
Mi cara se desencajó, ese mismo sábado doscomemundos nos plantamos allí. Yo tenía que ver con mis propios ojos lo que me había dicho mi profesora y no me decepcionó, simplemente me enamoró.

Allí estaba "Piru", yo no era consciente de que mi camino en el té comenzaba en ese momento. Para mi, sin duda, es el mayor descubrimiento que he hecho en los últimos años, conocer "AGUA EMBRUJADA" es una de las cosas más bonitas que me ha pasado. Después de tres horas allí, hablando de té, haciendo diferentes ceremonias, viendo un sin fín de vajilla...etc supe que iba a pisar muchas veces ese lugar. Los tés me encantaron pero Juanjo (Piru) me enamoró, nos enamoró. Gracias a él conocí a Patri (Te&chocolate) y desde entonces, para mi, el mundo del té tiene otro sentido. Se que va a formar parte de mi vida personal y profesional, tanto por su diversidad de sabores, olores, colores y magia como por sus propiedades para nuestra salud.


Por lo tanto, muchos de mis post estarán relacionados con esta mágica bebida. Os enseñaré diferentes tés, lugares donde los tome y gente a la que le guste tanto como a mi.

Pronto escribiré sobre Agua Embrujada, Juanjo Barquilla es el que está al frente de este maravilloso proyecto. Los amantes del té no os quedaréis indiferentes. Para mi, sin duda, es una de esas personas que aman lo que hacen y te lo transmiten en cada gesto, creando ilusión y ganas por hacer bien las cosas.

Vamos a hacerle poco a poco un hueco a esta increíble bebida, que podamos tomar buen té allí donde vayamos.


Amaia.














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